Mawida Ngen

Espíritus de la Montaña - Agrupación Medio Ambiental, Temuco - IX Región (mawidangen@gmail.com)

21.9.06

¡CAUTO Y AGRESIVO!

Y LA COMPLICIDAD CON EL

MUNDO POLÍTICO


Anacleto Angelini, dueño de la papelera y uno de los empresarios más ricos del continente, anota un tanto con su última inversión: la adjudicación de 21 mil hectáreas que consolidan a Celulosa Arauco como el rey del patrimonio forestal, y su gerente general, Alejandro Pérez, fue reconocido como uno de los ejecutivos top del país por el diario La Tercera. Mientras, su filial en San José de la Mariquina prometió acciones legales contra quien los vincule públicamente con la muerte de las aves.


Angelini ha visto cómo sus empresas lideran los rankings de ganancias. A pesar de que los vaivenes del sector forestal y pesquero -bases de su poder económico- le dieron más de un dolor de cabeza a este empresario italiano, este año las cifras le han sonreído millonariamente.

Durante el 2003, la empresa estrella de Angelini Group, Copec, logró instalarse en la cabeza de la lista de compañías con mayores utilidades del país, anotando ganancias de 561 millones de dólares. El grupo puede estar doblemente orgulloso: luego de Copec, el tercer lugar de la lista lo ocupa Celulosa Arauco que logró 410 millones de dólares en utilidades. De estos, 275 millones verdes provienen de las 550 mil toneladas anuales que produce la planta de Valdivia. Qué duda, el negocio de Angelini es próspero. Tanto, que arrasó con otro gigante forestal, empresas CMPC, del Grupo Matte, dueños de la mitad de la torta que no se lleva Angelini.

Un hombre esforzado por mantener un bajo perfil, pero cauto y agresivo a la hora de hacer negocios, también se distingue por su excelente relación con el mundo político. A pesar de su edad, se resiste a abandonar la cabeza del conglomerado. Desde esa cúpula, hace un par de años, decidió reestructurar sus negocios y puso sus huevos en una canasta que prometía: el sector forestal. A través de su sobrino y seguro sucesor, Roberto Angelini, anunció la inversión de 2 mil millones de dólares para empezar a mover los engranajes del nuevo negocio.

Uno de los puntales para esta nueva etapa fue la planta de Celulosa Arauco y Constitución (Celco), ubicada al norte de Valdivia. Se trata de una de las industrias más grande del mundo, que permitiría la producción de 700 mil toneladas de celulosa kraft al año. Un negocio redondo si se considera el patrimonio forestal que tiene el grupo en la zona, a través de Bosques Arauco, su principal empresa forestal.

El sueño y la fortuna en el negocio forestal se amasan desde 1995. Pero debido a los reparos ambientales, recién tres años más tarde la planta recibió el visto bueno: la aprobación de la Comisión Regional de Medio Ambiente (Corema), de la Décima Región.


Inicialmente, los desechos industriales de la Celulosa Arauco se depositarían directamente en el mar, en la bahía de Mehuín. Pero la comunidad se opuso y, luego de varios estudios, la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobó un tratamiento en el Santuario del río Cruces. La comunidad comenzó a revolucionarse con la construcción del complejo industrial. Pero el apoyo de las autoridades era casi unánime. El ex Presidente Eduardo Frei viajó a la zona para poner la primera piedra.

“El senador Gabriel Valdés también mostró gran simpatía con la inversión. Dijo que la celulosa iba a descargar alimentos para los peces, y que los pescadores artesanales debían estar contentos porque los peces iban a engordar”