Mawida Ngen

Espíritus de la Montaña - Agrupación Medio Ambiental, Temuco - IX Región (mawidangen@gmail.com)

19.10.06

Vertedero Boyeco

de basural a asentamiento Humano

Aproximadamente cien cartoneros conviven al interior del vertedero, aquí las familias comen, juegan y conviven, a sabiendas que algún día podrían contraer una enfermedad grave producto de la cercanía con emanaciones tóxicas de desperdicios en descomposición o en la convivencia con ratones, perros y jotes, todos transmisores de bacterias y virus.



"En el fondo damos gracias a Dios que no nos enfermamos. La mayoría de la gente que está aquí casi nadie ha llegado al hospital por algún virus o enfermedad... En el fondo el ser humano se acostumbra, y nosotros nos acostumbramos al ambiente" nos señala Oscar. Mientras que otra mujer nos replica que "aquí uno viene a trabajar, uno se ensucia, pero en la casa uno se limpia y es limpio".

Lo que usted ve no es sólo desperdicios apoyados sobre la pandereta, son chozas en las cuales viven aquí durante la semana.

Es difícil creer que en los vertederos pueden vivir seres humanos, pero lamentablemente aquí en Temuco en el Vertedero Boyero se da esta trágica realidad, donde viven familias enteras, entre ellos, muchos niños y jóvenes que juegan y hurguetean entre los desperdicios, esperando la llegada de un camión de la basura o algún particular para subirse, sobre la marcha, en las carrocerías y sacar cuánta basura sea posible de ser reciclada... Esta realidad, que la hemos podido apreciar en imágenes de países con niveles de desarrollo económico muy por debajo de nuestra nación, también es posible verla aquí.

"Nosotros estamos 7 u 8 años trabajando al interior de este vertedero", comenta Oscar "El anterior dueño de la empresa, Guillermo Siles, nos permitió estar dentro del recinto porque también nosotros apoyábamos su proyecto cuando empezó a empaquetar la basura... Ahora con la nueva empresa -Servimar S.A- que llegó acá no hemos tenido problemas, el dueño nos autorizó para estar aquí"

Oscar, quien era acompañado por parte de su familia, limpiando los implementos que le permitirían cortar cartones, papeles y otros desperdicios, quien comenta "en esas chozas viven personas que vienen de la ciudad... Ellos están por la semana y el fin de semana se van a sus hogares..." ¿Qué hacen en el día acá? "Bueno, reciclamos los cartones, el papel blanco, las revistas, las botellas y el metal. Todo lo que se pueda vender...

El motivo por el cual estas cien personas están aquí es simple: la falta de trabajo. Hernán, otro recolectar que tuvo que venir de Temuco a recolectar desperdicios empujado por la cesantía, dice: "yo me cansé de golpear tantas puertas. No hay oportunidad, y si hay trabajo es mal pagado... "yo lo hago por mi familia, porque tengo tres hijos y a los tres tengo que alimentarlos, y para llegar acá hay que tener fe en Dios y la Virgencita para que nos proteja de todo"...